Blog Paleobull
Prácticamente todos hemos crecido disfrutando en nuestra infancia, aunque seguro que unos más y otros menos, de los vasos y tazones de leche. Por sus propiedades nutricionales se consideraba que la leche era un alimento imprescindible en las etapas de crecimiento y desarrollo de los más peques.
Pero desde hace ya algunos años su posición de «alimento rey» está siendo cuestionada. Y la realidad es que el consumo de leche ha descendido en España un 25% en los últimos 20 años. En algunos casos habrá sido por el aumento de la intolerancia a los lácteos y en otros por un simple cambio de gustos. Esto ha provocado la proliferación en el mercado de alternativas no lácteas.
El mindfulness y las técnicas para cultivar la presencia también se puede aplicar a la alimentación. Prestar atención y consciencia plena al acto y a la experiencia de comer, es una forma saludable de alimentarte y una herramienta que se encuentra al alcance de todos.
Estas técnicas son conocidas como mindful eating o alimentación intuitiva, dónde se come escuchando las señales de cuerpo. Por tanto, no se trata de una dieta, sino de estar pendiente de los hábitos alrededor del acto de comer, más que de lo que comemos en sí.
Más allá de planificar una dieta, estas tendencias nos invitan a observarnos e ir entendiendo las señales del cuerpo. Nuestros ancestros así lo hacían y aún hoy en día lo podemos observar en los niños: comen cuando en realidad tienen hambre, escuchando las señales del cuerpo, sin ser perturbados por estímulos externos. Pero la mayoría de nosotros estamos desconectados de nuestro cuerpo y no oímos sus señales y, en su lugar, nos regimos por un calendario de comidas establecido.
Las especias dan sabor a tu vida, mientras cuidan de ti. Condimentar una comida simple y saludable es bueno para tu paladar y también para tu salud.
Una buena manera de añadir sabor de forma fácil y saludable a tus comidas es gracias a las especias. Y no solo sirven para reducir el consumo de sal o azúcar en tu dieta, sino que el abanico de posibilidades que ofrecen es mucho más amplio.
Más allá de ese toque especial que las abuelas le ponían a las recetas -ese secreto que hacía que ciertos platos fueran únicos- las hierbas y especias tienen fitoquímicos, productos saludables que vienen de las plantas, que tienen diferentes beneficios para la salud. Desde reducir el daño a las células por su acción antioxidante hasta combatir la inflamación. Todo esto, mientras cargas de sabor a tus alimentos.
Uno de los principales pilares de la salud, junto con el descanso y la actividad física, es una buena alimentación. Pero a veces, en búsqueda de una perfección extrema, llevamos las dietas hacia el lado equivocado.
Muchas veces nos obsesionamos con lo que comemos. Una vez que entramos al mundillo de la alimentación saludable, es fácil cuestionarse todo. Y claro, la nutrición como ciencia es relativamente nueva. De hecho, algunos de los conceptos alimentarios con los que fuimos criados hoy en día están obsoletos, como el miedo a las grasas y a los huevos.
Pero en esa búsqueda de lo que es sano es fácil perder el foco si llevamos las cosas a los extremos. Porque lo que hacemos para mejorar nuestra salud, empieza a jugar en nuestra contra. Y acciones como las que te explicamos a continuación son señales de alarma a las que debes prestarle atención.
Seguramente habrás leído acerca de los macronutrientes en cantidad de publicaciones de nutrición y fitness. Pero, ¿sabes realmente cuál es la función de cada uno de ellos?
Los macronutrientes, a veces llamados macros, son sustancias que el cuerpo necesita en grandes cantidades para subsistir. Se dividen en tres grandes grupos: carbohidratos, grasas y proteínas, siendo esta última de la que hablaremos en este artículo.
Si bien muchos nos preocupamos por nuestra alimentación, sea porque queremos vernos de cierta manera, rendir mejor en una disciplina deportiva o por salud, hay todo un grupo de personas donde la alimentación cobra mayor importancia, y este es el grupo de las personas mayores.
Cuando estamos más jóvenes, los cambios en nuestra alimentación puede que no sean tan fáciles de aceptar, pero gracias a sus beneficios, somos más conscientes para adaptarlos a nuestro día a día. Pero en el adulto mayor, todo lo que se consume cobra una vital importancia.