La visualización es la técnica que utilizan muchos grandes deportistas para conseguir sus metas deportivas y para ser más eficientes en sus entrenamientos. La visualización también se utiliza en el ámbito empresarial y personal, ya que es una herramienta muy poderosa para conseguir que nuestra mente se enfoque en lo que queremos conseguir, para aumentar nuestra motivación y desarrollar una actitud positiva hacia nuestros objetivos.
Una de las razones por las que la visualización es tan efectiva es que el cerebro no distingue entre lo que es real y lo que es una creación, utiliza los mismos canales neuronales para vivir visualmente un evento real y uno ficticio. De ahí que la visualización sea una especie de manipulación del cerebro a nuestro favor. Si le sumamos emociones intensas y positivas, va a ser percibida como algo real, posible y además beneficioso para nosotros, por lo que nuestro cerebro no nos saboteará haciéndonos sentir miedo o dudas ante lo desconocido.
Los deportistas de competición visualizan el entrenamiento, el proceso deportivo, la carrera o la competición antes de realizarla, lo que permite después que el cuerpo y la mente puedan ejecutarlo de una forma mucho más eficiente y rápida porque ya han vivido de alguna manera esa experiencia.
Por ejemplo, Fernando Alonso visualiza cada circuito y cada carrera antes de realizarla. El mítico golfista estadounidense Jack Niklaus afirmaba que un buen golpe en el golf era el resultado de la combinación de un 10% de impulso, un 40% de posición corporal correcta y un 50% de imagen mental acerca de cómo debe darse a la pelota, es decir, de visualización.
Cómo visualizar en tu día a día
Tal como hacen los deportistas, si queremos conseguir algún objetivo, ya sea profesional, deportivo o personal, es importante imaginar la secuencia de hechos que nos llevará a esa meta. En esta secuencia mental debemos experimentarlo todo y con todo detalle: lo que estamos haciendo, cómo vamos vestidos, lo que decimos, lo que percibimos (olores, colores, sonidos…) y, sobre todo, cómo nos sentimos. Cuanta más pasión, alegría y motivación, más querrá nuestro cerebro experimentar ese evento, sea del tipo que sea.
Si queremos mejorar una habilidad deportiva nos imaginaremos realizando esa acción. Por ejemplo, el saque del tenis: nos observamos en el lugar desde donde vamos a sacar, colocándonos correctamente en la postura, botando la pelota, coordinando el movimiento de la raqueta, lanzando hacia el punto deseado, viendo dónde golpea la bola e incluso cómo responde el otro jugador. También resultaría muy efectivo visualizarnos corrigiendo los errores que hemos cometido anteriormente. Y este ejercicio de visualización podemos extrapolarlo a cualquier otro ámbito.
Algo muy importante es estar en un estado de relajación física y mental antes de hacer la visualización. Aquí cada uno puede utilizar sus propias técnicas: desde hacer respiraciones hasta meditar, dar un paseo o escuchar música relajante. Lo más rápido, fácil y efectivo es conectar con la respiración para estar presentes, «aquí y ahora», con la mente estable, libre de ruido mental y enfocada.
Otra clave para que la visualización funcione es imaginar lo que deseamos como si ya lo hubiéramos conseguido. Podemos dar todos los pasos que queramos antes de «llegar a la meta», pero es muy importante que nos visualicemos disfrutando de eso que queremos conseguir, ya sea mejorar nuestra marca en una carrera, tener una casa nueva, cambiarnos de trabajo, conocer una nueva pareja o llevar a cabo un proyecto personal. Tenemos que visualizarnos como winners.
Si es una casa nueva lo que deseamos: la imaginaremos con todo lujo de detalles, recorriéndola y añadiendo todas las emociones positivas que nos produce estar en ella. Si lo que deseamos es hacer cambios personales en nosotros mismos, tenemos que visualizarnos sintiéndonos ya como la persona que queremos ser: segura, libre, tranquila, amorosa, triunfadora.
Entre estos sentimientos es muy importante que esté el agradecimiento por lo que vamos a conseguir, como si ya fuera una realidad, pero también por los pequeños logros y pasos que vamos dando, y por lo que ya somos y ya tenemos. La gratitud aumenta tu positividad y motivación, te calma, te empuja a actuar y atrae aquello que deseas.
Imagines lo que imagines, visualízate con alegría, pasión, confianza y motivación, y cambia tu diálogo interno: intercambia pensamientos como «quiero ser», «deseo tener», «me gustaría conseguir», por «ya soy», «tengo», «estoy consiguiendo». Incluso cuando expreses tus deseos verbalmente, ten mucho cuidado con lo que dices, pásalo siempre a positivo y conseguido: «mi vida es abundante», «estoy consiguiendo mis metas», «soy afortunado», «me lo merezco».
5 técnicas de visualización muy efectivas
Aquí tienes algunas de las técnicas de visualización más habituales y efectivas:
- Visualización detallada o creativa. Dedica tiempo cada día para visualizar de manera vívida y detallada aquello que deseas conseguir en tu vida. Cierra los ojos y crea una imagen clara en tu mente, utilizando todos tus sentidos para sumergirte en la experiencia. Siente también las emociones positivas y la gratitud por haber logrado tus objetivos.
- Tablero visual. Crea un tablero visual (con una cartulina grande, un corcho o una tabla) donde puedas pegar imágenes, palabras o frases que representen tus metas y sueños. Es importante colocarlo en lugar donde puedas verlo cada día para inspirarte y motivarte a tomar acción hacia tus objetivos.
- Visualización guiada. Permite visualizar con la ayuda de una persona o de una grabación de audio que nos guía a través del proceso. Esta técnica es especialmente recomendable si nunca has hecho una visualización o te cuesta mucho. En YouTube puedes encontrar muchas.
- Visualización nocturna. Es una técnica en la que te visualizas a ti mismo logrando tus objetivos justo antes de dormir. Es muy efectiva porque justo antes de dormir tu mente está más abierta a la sugestión. Para llevarla a cabo, cierra los ojos, relájate y empieza a visualizarte logrando tu objetivo. Recrea la situación todo lo que puedas mientras te duermes.
- Visualización escrita. Escribir tus deseos y objetivos mientras los visualizas puede ayudarte mucho a conseguirlos. Es importante que mientras escribes sientas que ya lo estás consiguiendo y, si es posible, que lo hagas a diario. Busca un cuaderno que te inspire y un lugar y un momento tranquilos para escribir y visualizar, que sea tu momento.
¿Cuanto tiempo tardaré en alcanzar mis objetivos?
Es crucial entender que la visualización por sí sola no garantiza resultados, debe ir acompañada de acciones concretas. No basta con imaginar los deseos, es imprescindible establecer y seguir un plan de acción que incluya entrenamientos, educación, cursos, cambios de hábitos y creencias, y esfuerzos laborales y de búsqueda, todo ello impulsado por pasión y motivación, y manteniendo la convicción de que los objetivos se están cumpliendo.
Todos tenemos la capacidad innata de visualizar. Para que sea efectiva, es necesario entrenar esta habilidad y emplearla adecuadamente, conscientes de que, con frecuencia, tendemos a imaginar escenarios negativos sin darnos cuenta. Al empezar a visualizar de manera positiva y consciente, y al complementar esta práctica con acciones apropiadas, se aumenta la probabilidad de alcanzar resultados que, aunque no están garantizados, pueden ser sorprendentes.