La kombucha es una bebida fermentada milenaria de efecto probiótico elaborada con té fermentado. Conocida como «el elixir de la vida», se le atribuyen numerosos beneficios para la salud, sobre todo para la flora intestinal. Es natural y no tiene alcohol, pero sí una ligera burbuja, por lo que no solo es una bebida saludable y rica, sino una gran alternativa para quienes no beben alcohol, pero buscan algo más apetecible que el agua o los refrescos a la hora de alternar socialmente. Las puedes encontrar incluso con sabor mojito o piña colada y algunas marcas han lanzado hasta ediciones limitadas en colaboración con conocidos chefs.
Para muchos, la kombucha también es conocida como «la bebida yogui», ya que muchos amantes de esta práctica toman esta bebida al finalizar para revitalizar e hidratar el cuerpo. Aunque en nuestro país no lo veas tanto, en muchos centros de Estados Unidos o Bali, donde el yoga es muy popular, los practicantes suelen tomar kombucha habitualmente para reponer energía y mejorar la salud. En la antigua China esta bebida se utilizaba para tratar dolencias.
Si nunca has probado una kombucha, hay algo que debes saber: ¡nunca la agites! Al ser una bebida fermentada, tiene gas, por lo que resulta similar a un cava o un champán.
Cómo se hace la kombucha
Normalmente, la kombucha se obtiene a través de la doble fermentación de una colonia simbiótica de bacterias y levaduras llamada scoby que, mezclada con té (normalmente negro o verde), azúcar en algunos casos, agua mineral y zumos orgánicos, da como resultado una bebida natural de sabor intenso con una suave burbuja fruto de la fermentación y con montones de propiedades beneficiosas para el intestino y la salud general.
La fermentación suele durar entre 7 y 30 días, dependiendo del sabor deseado: cuanto más tiempo se deje fermentar, más ácido y menos dulce será el resultado final. Después de la fermentación inicial, la kombucha se embotella y se puede someter a una segunda fermentación para aumentar su efervescencia y añadir sabores adicionales, como frutas o especias. Aunque contenga algo de azúcar, suele ser muy poco y fruto del propio proceso de elaboración, por lo que se trata de una bebida baja en calorías.
Para conseguir todos los beneficios de esta bebida, lo ideal es tomarla elaborada con ingredientes ecológicos, no pasteurizada, lo que la hace realmente probiótica, conservada en frío y en botella de cristal, para que mantenga todas sus propiedades y también el sabor.
Beneficios de la kombucha
La kombucha, también llamada por algunos «té kombucha», sienta bien a cualquier hora y momento, y es una bebida apta y beneficiosa para todo el mundo, desde niños a mayores. Ideal después de una práctica deportiva o una clase de yoga, en el aperitivo, después de comer como digestivo o como alternativa al afterwork.
Y es que cada kombucha es una auténtica bomba de bacterias probióticas, una gran fuente de antioxidantes, vitaminas, enzimas y ácidos orgánicos. Tomar kombucha habitualmente mejora el sistema inmunológico, ayuda a eliminar toxinas, mejora la digestión y la flora intestinal, equilibra el metabolismo y es revitalizante. Además, aporta un plus de energía.
Como te hemos contado en otros artículos, tener una buena salud (incluso emocional), pasa por tener una microbiota equilibrada, con el mayor número posible de bacterias beneficiosas «trabajando» para que tengamos más salud y nos sintamos mejor. Y precisamente la kombucha aporta este tipo de bacterias muy beneficiosas para la salud y el organismo, ya que contiene millones de microorganismos vivos adicionados que permanecen activos en el intestino y potencian el sistema inmune, pues en el intestino está el 70% de nuestro sistema inmunológico.
Uno de los principales atractivos de la kombucha es su contenido en probióticos, microorganismos vivos que ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino. Un microbioma equilibrado es esencial para una digestión adecuada, la absorción de nutrientes y la eliminación de toxinas. Los probióticos presentes en la kombucha pueden ayudar a restaurar la flora intestinal después del uso de antibióticos, mejorar los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII) y reducir la inflamación intestinal.
El consumo de kombucha también puede fortalecer el sistema inmunológico. Los probióticos ayudan a mantener la barrera intestinal, impidiendo la entrada de patógenos y mejorando la respuesta inmune. Además, la kombucha contiene antioxidantes que combaten el daño de los radicales libres, protegiendo las células del cuerpo y apoyando la función inmunológica. Estos antioxidantes, combinados con las propiedades antimicrobianas de algunos compuestos presentes en la kombucha, ayudan a prevenir infecciones y fortalecer la salud general.
La kombucha también es conocida por sus propiedades desintoxicantes. Contiene ácidos orgánicos, como el ácido glucurónico y glucónico, que ayudan a eliminar toxinas del cuerpo y a proteger el hígado contra el daño oxidativo. El consumo de kombucha puede mejorar la salud del hígado al reducir el estrés oxidativo y mejorar la función hepática, lo que puede ser especialmente beneficioso para personas con enfermedades hepáticas o aquellas que buscan apoyar la desintoxicación natural del cuerpo.
¿Dónde puedes encontrar kombucha?
En supermercados ecológicos y grandes superficies, restaurantes, cafeterías e incluso bares. La encontrarás hecha con té verde, negro, rojo, con jengibre, limón, de hibisco, sabor manzana, frutos rojos, té verde, ¡hay montones de sabores!
Y sí, también puedes hacer tu propia kombucha en casa, para lo cual tienes que aprender a crear tu propio scoby, es decir, el conjunto de bacterias y levaduras que convertirán el té en kombucha. El scoby es de aspecto gelatinoso y suele ser de un color beige o crema, y puede tener variedad de formas y tamaños. Lo más común es que se quede flotando en la parte superior de la botella donde lo hagas. En internet encontrarás montones de vídeos y webs donde te explican qué necesitas (agua, azúcar orgánico, scoby y té principalmente) para hacer kombucha.
También existen muchos libros sobre cómo hacer kombucha, entre los que te recomendamos Guía para hacer kombucha, de de Lluis Jiménez, El gran libro de la kombucha: cómo preparar, dar sabor y mejorar tu salud con el té fermentado, de Hannah Crum y Alex Lagory, o La magia de la kombucha, de María G. Siñériz.
Cómo has visto, la kombucha es una bebida saludable para todo el mundo y, actualmente, una opción rica, sana y cool, para quienes buscan alternativas a los refrescos o el alcohol, ya que resulta similar a un cóctel. Para asegurarte todas sus propiedades, lo ideal es consumirla sin pasteurizar, ecológica, sin aditivos, colorantes o azúcares añadidos, y en frío.