Un utensilio de moda que parece ayudar a reducir la exposición a la luz de las pantallas son las gafas con filtro azul.
Su relevancia radica en que pueden ayudar a dormir mejor y a tener un sueño de mayor calidad.
Es decir, usarlas para leer o visualizar pantallas como el móvil, la televisión o el ordenador podría tener un impacto positivo en contra de los estímulos lumínicos que activan nuestro cerebro y retrasan la relajación y el descanso
Vamos a verlo más detenidamente en este artículo.
¿Cómo afecta la luz a nuestro cuerpo?
Los ciclos circadianos son los responsables de regular el sueño y la vigilia en nuestro cerebro. También influyen en otros procesos como la actividad hormonal, la alimentación y la digestión.
El cuerpo está especialmente preparado para regular estos ciclos circadianos mediante la luz que captan los fotorreceptores de los ojos.
Por lo tanto, la exposición a un ciclo regular de luz y oscuridad es vital para lograr y mantener un buen sueño.
¿Qué es la luz azul?
La luz visible incluye un pequeño segmento de longitudes de onda dentro de un gran espectro de radiación electromagnética, que además incluye la luz ultravioleta, los rayos X, la radiación gamma, la luz infrarroja, los microondas y otras radiaciones.
Las longitudes de onda de la luz visible se encuentran entre los 400 – 700 nanómetros (nm). Son las que podemos captar con nuestros ojos y que se traducen en luz blanca por nuestro cerebro.
La luz visible se compone de los colores del arcoíris y el color azul se encuentra en uno de los extremos, junto al violeta, los cuales tienen una longitud de onda menor, de entre 450 y 495 nm.
A menor longitud de onda, mayor energía y viceversa. Y a mayor energía, mayor impacto en nuestro cuerpo.
Este parece ser el motivo de que la luz azul influya en mayor medida en el sueño y en nuestro estado de alerta.
¿Cómo puede la luz azul afectar el sueño?
Los fotorreceptores del ojo contienen unos fotopigmentos que son más sensibles a la luz de menor longitud de onda. Eso nos hace más sensibles a la luz verde, azul y violeta del espectro visible.
La estimulación de las longitudes de onda de luz azul nos ayuda a mantenernos alerta, ya sea que provenga de una fuente natural, como el sol durante el día, o de dispositivos electrónicos.
Si bien, la estimulación es útil durante el día, por la noche puede interferir con el sueño. La exposición a la luz azul por la noche, por ejemplo, ver una serie de televisión justo antes de acostarse, estimulará los fotorreceptores que alertarán al cerebro, haciéndole creer que es de día.
De acuerdo con lo anterior, durante el día, la luz de menor longitud de onda (luz azul) puede ser deseable porque ayuda a sincronizar nuestros relojes circadianos con un día de 24 horas. Sin embargo, por la noche, es probables que nos sea más difícil conciliar el sueño y puede afectar la calidad de nuestro descanso.
Filtros de luz azul: ¿pueden ayudar a descansar mejor?
Todo indica que reducir la exposición a la luz azul al anochecer puede ayudar a conciliar los ciclos circadianos y a descansar mejor.
El uso de gafas con filtro azul es una forma de hacerlo.
Si consigues unas gafas que filtren la luz azul, tu cerebro se verá menos estimulado y podrás descansar mejor y sentirte menos fatigado.
El problema es que muchas de las gafas que filtran la luz azul disponibles en el mercado y los recubrimientos especiales agregados a las lentes no están estandarizados. Por lo tanto, es difícil saber qué longitudes de onda se están bloqueando.
Otra opción interesante es usar algún programa o aplicación que reduzca la luz azul que emite el dispositivo. O el modo «night shift» de los teléfonos.
EN RESUMEN
La mejor opción para reducir la exposición a la luz azul y evitar su interferencia con el sueño será siempre evitar las pantallas todo lo posible al anochecer. Principalmente durante las horas antes de acostarse.
Aunque unas buenas gafas con filtro azul son una herramienta más que te ayudarán a reducir la activación de tu cerebro debido a la luz de las pantallas. A evitar grandes desequilibrios en los ciclos circadianos y a prepararte para ir a dormir.
Sin embargo, no olvides que la forma de mantener en equilibrio tus ciclos circadianos consiste en tener la mayor exposición posible a la luz solar durante el día.
Si trabajas en interiores, una buena solución para proporcionar un fuerte estímulo a tu cuerpo es hacer descansos cada 20-30 minutos para apartar la mirada de la pantalla (¿te suena el método pomodoro?).
Otra regla que recomiendan los oftalmólogos para reducir la fatiga visual de las personas que trabajan todo el día delante de la pantalla es la técnica conocida como 20-20-20. Cada 20 minutos, aparta la mirada de la pantalla hacia un objeto a unos 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos.
Si quiere saber más formas para mejorar la cantidad y calidad de tu sueño, lee este artículo. ¡Tu salud te lo agradecerá!