Cada uno de nosotros poseemos un reloj interno que se encarga de regular las funciones fisiológicas de nuestro organismo alternando cada día los estados de sueño y vigilia. Es el ciclo circadiano.
Durante el día, en estado de vigilia, están activas todas las funciones fisiológicas. En cambio, en el estado de sueño se reduce la temperatura corporal y la presión sanguínea, y el organismo entra en un estado de recuperación y restauración. De ahí la importancia de dormir y dormir bien.
De forma muy simple podríamos decir que el ciclo circadiano está regulado por un grupo de neuronas del hipotálamo sensibles a la luz que actúan sobre 2 hormonas: el cortisol y la melatonina. De forma que con la luz del amanecer se libera cortisol y nuestro cuerpo se activa, y con la oscuridad del atardecer se segrega melatonina que nos adormece y nos ayuda a conciliar el sueño.
En un entorno natural, el ciclo circadiano está sincronizado con el ciclo del día y la noche puesto que las horas de luz y oscuridad están perfectamente delimitadas. El problema aparece cuando vivimos en un entorno rodeado de luz artificial y nuestro cerebro no es capaz de distinguir cuando es de día y cuando de noche.
Para que os hagáis una idea, el nivel de iluminación en un día soleado puede llegar a 100.000 lux y en una noche despejada de luna llena a 1 lux. O sea, el orden de magnitud es de 100.000 a 1. En cambio, en una oficina bien iluminada durante el día dispondremos solo de 500 lux y por la noche en una habitación a oscuras con la ventana abierta en una ciudad no bajaremos de los 100 lux. Solo 5 veces menos, insuficiente para sincronizar nuestro ciclo circadiano.
Si el ciclo circadiano no está sincronizado la más probable es que por las noches sufras de insomnio y notes somnolencia por el día. Por ello, lo ideal es que a partir de la puesta del sol evites la exposición a luces artificiales de gran potencia y cualquier otro dispositivo luminoso que sea capaz de engañar a tu cerebro (televisión, ordenador, tablets,...).
Como esto no es siempre posible, te recomendamos al menos el uso de aplicaciones para regular la luminosidad de la pantalla del ordenador y móvil, del tipo f.lux.
Y sobre todo te animamos a que de vez en cuando apagues directamente la luz y disfrutes de una cena a la luz de las velas.
Tu descanso te lo agradecerá!