Claves para mantener tu corazón sano y contento

Nuestra salud cardiovascular es algo que debería preocuparnos a cualquier edad y, sin embargo, no solemos prestarle mucha atención a nuestro corazón, ni en el aspecto físico ni en el emocional, que también influye. No obstante, la enfermedad cardiovascular representa la principal causa de muerte en los países desarrollados. Un problema que se agrava a partir de los 55 años. En el caso de las mujeres, la enfermedad cardiovascular produce más muertes que el cáncer de mama. Y el estilo de vida es la principal causa de este problema.

Todos sabemos que ciertos hábitos perjudican a nuestro corazón, como fumar, beber, hacer esfuerzos o ejercicio de alta intensidad sin estar en forma, comer demasiadas grasas no saludables y pocos vegetales, sufrir estrés de forma continuada… Pero quizá no tengas tan claro los hábitos, muy sencillos y asequibles, que cuidan la salud cardiovascular y previenen patologías tan graves como el infarto, la angina de pecho o la insuficiencia cardíaca. Sin llegar tan lejos, descuidar tu corazón puede llevarte a sufrir molestas arritmias, hipertensión, varices o, simplemente, una baja forma física que te impida disfrutar de tu día a día.

Aquí tienes las claves para cuida tu corazón a cualquier edad. Como siempre, la prevención es la mejor estrategia si hablamos de salud cardiovascular.

Dieta para el corazón

Dieta para el corazón

El sobrepeso y la obesidad son dos grandes enemigos de la salud cardiovascular. Lo ideal es llevar una dieta baja en grasas saturadas no saludables y azúcares refinados, y controlar el consumo de sal (presente sobre todo en alimentos procesados). Y ojo porque a veces quienes más grasas, azúcares y sal toman ¡son los niños! La dieta mediterránea, la dieta paleo o la Dash (recomendada en casos de hipertensión), ricas en frutas y verduras y bajas en grasas saturadas no saludables, son buenas opciones para cuidar el corazón.

¿Alimentos beneficiosos para el corazón? Sobre todo, los que tienen efecto antioxidante, como las frutas y vegetales, ya que reducen la inflamación, previenen la formación de ateroma en las arterias (acúmulos de grasa), regulan los niveles de colesterol y triglicéridos, y equilibran la producción de insulina. Los granos enteros, las carnes magras (pavo, pollo, aves), pescados como el atún, las sardinas o el salmón, los frutos secos y las semillas también son alimentos amigos del corazón. Entre ellos, las nueces, el aguacate, el AOVE, el pescado azul, el cacao puro o la chía, son especialmente interesantes por su aporte de omega 3 y otras grasas cardiosaludables.

¿Alimentos que dañan tu salud cardiovascular? La sal, los fritos, el alcohol, los ultraprocesados, los fiambres, embutidos y aceites refinados, que habría que consumir con mucha moderación. En general, todos los alimentos frescos son amigos de la salud cardiovascular, mientras que los envasados y ultraprocesados deberían estar lo más lejos posible de nuestro corazón.

El ejercicio, el gran aliado de nuestro corazón

Ejercicio aeróbico

Está más que demostrado que el ejercicio físico moderado frecuente reduce la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares y además ayuda a controlar factores de riesgo como la hipertensión, la hipercolesterolemia, el sobrepeso, la diabetes y el estrés. Para tu corazón, nada peor que el sedentarismo, y, desgraciadamente, el tiempo de trabajos que solemos desarrollar nos obliga a pasar demasiadas horas sentados.

El ejercicio cardiovascular o aeróbico suave (caminar, bici, natación) suele ser el más recomendado para cuidar la salud cardiovascular y es absolutamente necesario para mejorar la resistencia. Pero el ejercicio anaeróbico de fuerza también reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cuida el miocardio (el músculo cardiaco) y resulta altamente eficaz en el control del peso.

Lo ideal es la combinación de ejercicio aeróbico de intensidad suave a moderada, al menos al principio, y de fuerza, que además es la más efectiva en el control del peso. En este sentido pueden resultar muy interesantes los entrenamientos interválicos y funcionales de baja intensidad, ya que combinan ambos tipos de ejercicio en la misma sesión. Además sería muy recomendable añadir alguna actividad cuerpo mente como el yoga y la meditación, que ayudan a equilibrar el sistema nerviosos y a controlar el estrés.

Pero además de hacer ejercicio de forma habitual, es importante añadir actividad física a nuestro día a día, es decir, que seamos personas activas. Y esto lo podemos conseguir subiendo escaleras, caminando en lugar de coger el coche, haciendo pausas en el trabajo para estirarnos o hacer sentadillas, haciendo actividades al aire libre… Todo suma.

Mantener el estrés a raya

El sueño, el descanso y una buena gestión emocional son el trío clave para controlar el estrés, un gran enemigo del corazón. Y es que el estrés no es solo un estado de ánimo, sino que puede provocar respuestas fisiológicas con graves repercusiones en la salud cardiovascular. Se sabe ya que, junto con la ansiedad y la depresión, el estrés causa inflamación, que puede contribuir a la arteriosclerosis y aumentar el riesgo de infartos cerebrales, ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca e incluso muerte súbita, ¿Serio verdad?

El estrés es una respuesta neurológica natural ante una situación de amenaza o peligro, provocada en nuestro día a día muchas veces por las preocupaciones familiares, el trabajo, las finanzas… Cuando esta situación de estrés es continuada, el cuerpo produce cortisol, la llamada «hormona del estrés», altamente inflamatoria y perjudicial para el organismo y la salud cardiovascular.

De ahí que resulte tan importante contar con herramientas que nos ayuden a tener un buen control del estrés en nuestro día a día: desde el ejercicio a la meditación, el yoga, técnicas de relajación e incluso ayuda profesional si fuera necesario. Además de intentar llevar unos buenos hábitos de vida y rutinas de sueño y descanso adecuadas.

¿Nuestro consejo? No esperes a sentir palpitaciones, dolor de pecho, mareos, dificultad para respirar o hinchazón (síntomas de problemas cardiacos) para cuidarte. Comer bien, hacer ejercicio y controlar tu estrés de forma habitual le asegurarán una larga vida a tu corazón. Y si quieres proporcionarle una ayuda extra a tu corazón, prueba Cuore Cardio Protect, un suplemento natural pensado para contribuir a la función cardiaca normal.

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