En los últimos tiempos, el interés por la nutrición ha aumentado, lo cual es un hecho muy positivo. No obstante, el sector de la alimentación, al igual que otros sectores de consumo, no está libre de tendencias, modas y estrategias de marketing.
En este sentido, ya no es suficiente con una alimentación «equilibrada», ahora es necesario añadir a nuestra dieta alimentos con propiedades milagrosas, que aportan una serie de beneficios extras para la salud convirtiéndose, casi, en la deseada fuente de la eterna juventud. A estos alimentos se les conoce como superalimentos. Pero ¿sabes realmente lo que son y si resultan tan beneficiosos como nos hacen creer?
¿Qué son los superalimentos?
Para dar una definición sencilla, podríamos decir que los superalimentos son alimentos con un alto valor nutricional. A menudo se los considera como la solución milagrosa para cualquier dieta, como si su consumo fuera suficiente para aportar todos los nutrientes que necesita nuestro organismo. Sin embargo, es importante mencionar que esta afirmación no tiene ningún respaldo científico. A continuación te contamos un poco más acerca de su historia.
¿Cómo surgieron los superalimentos?
El concepto de superalimento surgió a partir de una estrategia de marketing. En concreto, el término apareció en mitad del siglo XX en Estados Unidos. En aquella época la empresa United Fruit Company tenía un gran interés en que la población consumiera plátanos. La mejor forma de conseguirlo fue a través de una campaña publicitaria en la que se le definió como superfood, gracias a su aporte nutricional, su fácil digestión y su precio asequible.
Aquella campaña de marketing fue tan eficiente y logró conseguir un resultado tan satisfactorio que, a partir de entonces, abrió una nueva puerta hacia la concepción de la alimentación pero, también, hacia la forma de ver, entender y asimilar el consumo alimentario.
¿Cuáles son las características de los conocidos como superalimentos?
Un alimento se considera un superalimento cuando tiene un alto contenido de nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos esenciales, fibra y otros nutrientes beneficiosos para la salud.
Con estas características, su único propósito debe ser nutrir al organismo de forma óptima. Algunos de los nutrientes que podemos encontrar en los superalimentos son: el omega 3, minerales como el calcio o el hierro, y antioxidantes como el licopeno o las vitaminas A, C y E.
¿Existe una evidencia científica tras los superalimentos?
Mucho antes de que se acuñara el término de superalimento a ciertos productos exóticos, estos ya existían en nuestra dieta. En parte, son las redes sociales y el marketing los que han elevado a estos productos a la categoría de superalimentos.
Aunque tomar ciertos alimentos es beneficioso para nuestra salud, habría que plantear otras variantes como: ¿cuánta cantidad consumir del mismo producto para obtener un beneficio aceptable?, ¿una dieta limitada solo a los superalimentos es beneficiosa? o, ¿en qué condiciones se produce ese beneficio?
Expertos en nutrición hablan de que, o bien no existe evidencia científica sobre estas propiedades especiales, o se ha demostrado que son equivalentes a las que tienen alimentos más comunes, confirmando por tanto que lo importante es la base de la dieta en general.
De esta forma, la única evidencia que podemos extraer es que llevar buenos hábitos, tanto en la alimentación como en la actividad física, es lo que consigue mantener una salud firme y sólida. Lo demás está ligado a modas pasajeras potenciadas por estrategias de marketing muy bien diseñadas.
¿Cuáles son los alimentos considerados «súper»?
Gran parte de los superalimentos podrían considerarse «exóticos». Por ello son más difíciles de encontrar y suelen tener un precio más alto que otros alimentos comunes.
Entre estos superalimentos nos encontramos con:
- Semillas de chía o amapola. Regulan el sistema digestivo, respiratorio y cardiovascular.
- Cúrcuma. Con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
- Agua de coco. Combate el envejecimiento.
- Quinoa. Fuente de proteína y fibra.
- Baya de goji. Tiene propiedades antioxidantes.
Sin embargo, todos estos alimentos que ahora son tendencia gracias a sus beneficios, tienen propiedades similares que otros muchos presentes en nuestra despensa tradicional. Es así como la baya de goji cumple las mismas funciones que las ciruelas, o la quinoa que los garbanzos.
Entonces ¿por qué cambiar? Lo mejor será conocer cuáles son esos superalimentos que consumimos de forma cotidiana, nos aportan igual cantidad de nutrientes, y podemos conseguir de forma más sencilla y económica.
8 superalimentos «tradicionales» que encontramos en nuestra despensa
En artículos anteriores ya te facilitamos un listado de 10 superalimentos que añadir a tu alimentación. A continuación, te dejamos una breve lista de ocho alimentos que puedes encontrar en cualquier supermercado y que te aportarán excelentes valores nutricionales:
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE). Importante fuente de grasas monoinsaturadas, vitaminas E y K, así como importantes antioxidantes.
- Huevos. Aporta una gran cantidad de proteínas, así como vitaminas y minerales.
- Cebolla. La gran parte de esta milenaria verdura es agua, siendo un 10% su aporte nutricional en el que encontramos vitamina C, yodo, calcio y magnesio.
- Frutos secos. Indispensables en cualquier tipo de dieta gracias a su infinito aporte nutricional. Cada fruto tiene sus particularidades, por lo que lo más adecuado es tomarlos variados.
- Zanahoria. Es una de las verduras más cultivadas en el mundo. Aporta vitaminas A, B y C, así como carotenos.
- Limón. Tomado solo o para aderezar, contiene nutrientes tan importantes como las vitaminas C y B; y minerales como el potasio, magnesio y selenio. Sin olvidar los antioxidantes.
- Frutos rojos. Fresas, frambuesas, moras o ciruelas son algunos de ellos. Ofrecen vitaminas y minerales, y al contrario del resto tienen menos azúcar e hidratos de carbono.
- Aguacate. Es rico en vitamina C y E, en minerales como potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, cobre y cinc y en grasas saludables.
En definitiva: lo verdaderamente fundamental es apostar en nuestro día a día por alimentos sanos, frescos y naturales, así como llevar a cabo una alimentación variada para que las propiedades nutricionales de unos alimentos complementen las propiedades de otros. ¡Eso sí! Recuerda que es importante evitar, en la mayor medida posible, aquellos que estén ultraprocesados.
Mantener hábitos saludables en nuestra alimentación es la verdadera clave de una salud en perfectas condiciones. No te dejes llevar por los impactos del marketing alimentario. Sé consciente y aliméntate con sentido común. Es el mejor salvoconducto para sentirte libre y para conseguir una vida más plena.
