El nombre de Lydia Valentín suena a esfuerzo, perseverancia y éxito dentro del mundo del deporte. Lleva practicando la halterofilia, desde los 11 años, edad a la que descubrió que era su auténtica pasión. Abandonó su pueblo natal, Camponaraya, para trasladarse a Madrid. Allí ingresó en un Centro de Alto Rendimiento para desarrollarse como deportista profesional dentro de su disciplina y con solo 15 años comenzó a despuntar.
La mejor carta de presentación: su palmarés
No hay mejor carta de presentación para Lydia Valentín que su palmarés. Cuenta con 3 medallas olímpicas: Plata en Pekín 2008, Oro en Londres 2012 y bronce en Río 2016. Además, se proclamó campeona del mundo en Ashgabat 2018 y en Anaheim 2017 acumulando además varias medallas de plata y bronce en otras competiciones mundiales como la de Pattaya 2019 y Wroclaw 2013.
Por si fuera poco, ha sido 4 veces campeona de Europa, otras 4 veces subcampeona y medalla de bronce en tres competiciones europeas. A nivel nacional ha sido reconocida con la mayor insignia institucional que existe: Medalla de Oro de la Real Orden de Mérito Deportivo en 2016 y con la Medalla de Plata de la Real Orden de Mérito Deportivo en 2014. Además, fue Premio Nacional del Deporte en 2016. Un palmarés que no deja de sumar victorias y que es, sin duda, la mejor recompensa a más de 20 años dedicados en cuerpo y alma a la halterofilia.
¿Sus señas de identidad? Unas muñequeras rosas y un corazón representado con sus manos. Una forma de reivindicar la feminidad en un deporte mayoritariamente de hombres y de transmitir a sus seguidores que le llega su apoyo incondicional.
Es un orgullo para Paleobull contar con Lydia Valentín como embajadora. Su forma de vivir, su compromiso con el deporte y su carisma, han encajado perfectamente con nuestra filosofía lo que se ha traducido en una alianza perfecta para llevar de su mano nuestro manifiesto por bandera.
¿Queréis conocerla un poquito más? ¡No te pierdas la entrevista!
¿Qué beneficios ofrece la halterofilia a nivel físico?
Depende del objetivo o la meta de cada persona. Para mí, personalmente, el beneficio ha sido obtener una masa muscular potente para aguantar el alto rendimiento, unos huesos muy fuertes que me han hecho sentirme fuerte en cada ejercicio. A nivel físico me ha potenciado mucho toda mi estructura y toda mi fuerza.
Sí que es verdad que, como decía, depende del objetivo de cada persona. Una persona al uso o un deportista de cualquier otra disciplina, puede meter en su rutina ejercicios de halterofilia para ganar masa muscular y potenciar unos huesos fuertes, al final se trata de un deporte de fuerza. Los beneficios son infinitos y por eso cada vez se recomienda más el entrenamiento de fuerza para la longevidad, pero también para el día a día, para tener un cuerpo fuerte que es lo que nos va a sustentar el resto de nuestra vida.
¿Cuántas horas a la semana hay que entrenar para convertirse en campeona mundial y olímpica? ¿Cuál es la rutina?
Más que horas son años de dedicación a lo mismo. He estado 20 años de mi vida para conseguir ser campeona del mundo. La rutina es muy exigente. Es por y para. Al final entrenas dos horas y media por la mañana y dos horas y media por la tarde, pero el resto del tiempo estás pensando en recuperarte, estás pensando en el entrenamiento del día siguiente, en tu objetivo a largo plazo y en cómo vas a dedicar tu tiempo para que al día siguiente, en el entrenamiento siguiente, estés al 200%.
¿Cuidas mucho tu alimentación para cumplir con las exigencias de la competición deportiva?
Sí, absolutamente. Al final la alimentación es la gasolina del cuerpo, es la gasolina que voy a tener en el entrenamiento. La halterofilia es un deporte que va por categoría de peso, nos pesamos todos los días. Por ello, es muy importante tener una alimentación consciente, saber en qué momento tienes que comer lo que tienes que comer para tener esa fuerza en los entrenamientos, para no ir demasiado pesado o demasiado débil. Cuido mucho la alimentación y la suplementación para estar al 200% en cada entrenamiento.
A una deportista de élite, ¿le preocupa más el paso del tiempo que a cualquiera de los mortales? ¿Cómo te imaginas tu retirada?
Sí nos preocupa porque al final hay una fecha de caducidad y te tienes que retirar en algún momento. Sí te lo planteas, sobre todo cuando llevas mucho tiempo en la élite y sabes que tiene que terminar en algún momento o en el momento que tu quieras o deseas. Pero personalmente, intento no pensarlo demasiado. Pienso que vas acumulando muchas experiencias o muchos años y llega un momento en el que dices «vale sí, ya tengo una edad pero he conseguido muchísimas cosas». Entonces puede ser que sí lo pienses en algunos momentos pero después te centras en la competición. Además, más que la edad es como tú te encuentres o estés físicamente.
Mi retirada me la imagino muy bonita, muy agradecida por todo. Además, me quiero retirar con una carrera inmaculada, una carrera que nadie ha conseguido en mi país. Siendo leyenda, con resultados que ni yo misma me podía imaginar en el momento que empecé. Sin duda, me sentiré feliz y contenta.
¿Qué le dirías a una persona que se está iniciando en el deporte profesional? ¿Cuál ha sido la clave de tu éxito?
Wow. Pues lo que le podría decir es que disfrute, que disfrute de los entrenamientos. Dado que el deporte profesional, el deporte de élite, es muy duro lo importante es que lo disfrute cada día, que disfrute de su dureza, que se marque objetivos a largo plazo pero que comience en pequeño, a corto plazo, para que cada vez vaya viendo esa mejora. La clave es sentir que lo estás disfrutando porque si no la dureza puede jugar malas pasadas.
La clave de mi éxito ha sido la constancia. No tirar nunca la toalla. El estar, el seguir pase lo que pase, salga bien, salga mal, volver a intentarlo siempre... La clave de mi éxito ha sido la constancia y la disciplina, me quedaría con estas dos.
¿Te gustaría que existiera un mayor apoyo social e institucional hacia las mujeres que practican deportes mayoritariamente masculinos?
Bueno, yo creo que el apoyo en el deporte femenino es fundamental. Y tanto sea más masculino o menos masculino creo que al final no hay que diferenciar, el deporte es deporte para todos. No me gusta diferenciar por géneros, creo que hay que apoyarse y hay que fomentar más el deporte femenino y creo que lo estamos consiguiendo poco a poco dándole visibilidad, dándole normalidad. No hay deportes para chicos o para chicas, es cuestión de talento y es lo que realmente hay que valorar, el talento de las personas no si son mujeres o dejan de serlo. En definitiva, todo lo que es apoyo, es bueno.
¿Qué supone para ti ser embajadora de nuestra marca, Paleobull?
Es todo un regalo porque compartimos valores como el trabajo bien hecho, la salud, el deporte y el estilo de vida. Compartimos el valor del deporte junto con una buena suplementación de calidad, bien estructurada, sabiendo de donde procede todo, con esa marca de autenticidad y con esa imagen de salud que lleva por bandera Paleobull, y que además está creada en España.
Para mí es muy ilusionante. Llevo consumiendo mucho tiempo Paleobull, me gusta, me gusta mucho y además, me sienta bien. Cuando algo te sienta bien y cuando tú realmente sientes que se trabaja desde la humildad y el bien hacer te gusta que se asocie la marca contigo porque compartes los mismos valores.
Lydia, gracias por formar parte de la familia Paleobull.
