Gran parte de los alimentos que tomamos los solemos dividir en estaciones o épocas. Una sana costumbre si hablamos de productos frescos y de temporada. Las frutas y verduras, tomadas en su momento de cosecha y maduración, resultan más jugosas y, también, más nutritivas. Sin embargo, hay otros alimentos que asociamos únicamente a una época determinada y que pueden ser consumidos a lo largo de todo el año. Este es el caso de los helados.
Un buen helado resulta un postre ideal, una merienda muy nutritiva o un tentempié de lo más especial. El problema es que resulta complicado encontrar helados nutritivos y realmente sanos. Estos productos suelen estar asociados a problemas de obesidad, diabetes y otros trastornos metabólicos debido a la gran cantidad de azúcares y aditivos artificiales con los que son fabricados. Entonces ¿debemos renunciar a un buen helado?
La respuesta es no. Los mejores helados, y más sanos, se pueden crear en casa de una manera muy sencilla y utilizando productos totalmente naturales. De esta forma son aptos para todo tipo de dietas, como puede ser la cetogénica, cuya principal misión es reducir la ingesta de carbohidratos al mínimo. Pero los helados proteicos también son un buen aliado para los deportistas, los niños y las mujeres embarazadas. Un alimento rico y muy nutritivo que podemos preparar en casa de forma sencilla. ¿Quieres saber cómo?
Ingredientes
- 1 scoop (30 gramos) de proteína Panacea de vainilla
- 100 mililitros de nata de leche o crema de coco
- 50 mililitros de leche entera o de coco
- 50 gramos de yogur griego natural sin azúcar
- 3 gotas de esencia de vainilla
- 10 gramos de chocolate con una pureza de 85%-90%
- Estevia o eritritol al gusto
Equipo y utensilios
- Molde apto para congelador o paletas (plástico o silicona)
- Batidora de mano
- Bandeja o plato
Elaboración
- El primer paso es derretir el chocolate. Lo puedes hacer siguiendo dos métodos:
- El tradicional, es decir, al baño maría. Se coloca una olla con agua al fuego y, en su interior, otro recipiente en el que tengamos troceado el chocolate. Importante que el agua no sobrepase este segundo recipiente. A medida que el agua se va calentando, el chocolate se derretirá.
- El más rápido que es utilizando el microondas. Para ello se coloca el chocolate troceado en un recipiente apto para microondas y se introduce, unos minutos a temperatura media, hasta que esté derretido.
- En una bandeja coloca el papel especial para horno o encerado y, sobre él, vas a extender el chocolate derretido. Introdúcelo en el frigorífico durante 10 minutos para que solidifique.
- Pasado ese tiempo, toma la lámina y pártela en trocitos pequeños. Guárdalos en un recipiente y, de nuevo, al frigorífico para que se mantengan sólidos.
- En un recipiente apto para batidora, añade el resto de ingredientes y bate muy bien hasta crear una masa de textura cremosa.
- Pasa esta crema al molde especial para congelador, añade los trocitos de chocolate que has reservado, y remueve bien con una espátula.
- Introduce el molde en el congelador durante, al menos, 4 horas antes de servir.
Variantes
Este helado de stracciatella queda riquísimo con la proteína Panacea de vainilla, pero también puedes probar otros sabores, bien porque te gusten más o para ir variando el menú. La elaboración es la misma, pero tendrás que cambiar algunos de los ingredientes.
Helado proteico sabor chocolate. Cambia la proteína Panacea a sabor chocolate y añade dos cucharadas de cacao en polvo y una de ambrosía.
Helado proteico sabor coco. La proteína que vas a utilizar es la Panacea sabor neutral. Para darle el sabor de coco utilizarás crema y leche de coco, además de coco rallado.
Te recomendamos
Un truco infalible para que salga perfecto es tenerlo todo congelado y, en el momento de servir, meterlo en la batidora para que la crema quede recién hecha. Esto le da una textura especial que agradará a todos. Y un pequeño consejo más: sírvelo en recipientes pequeños. Es un helado muy saciante y, en cualquier caso, siempre se puede repetir.
Los helados son perfectos para tomar en cualquier época del año, mucho más si están elaborados en casa y con los mejores productos naturales. Además no necesitas ser un experto chef para sorprender a la familia o a los amigos con el broche final perfecto para un buen banquete. Rico, sabroso y, sobre todo, muy sano. ¿Se puede pedir más? Pruébalo ya, tu paladar y tu salud te lo agradecerán.