La teoría del balance energético establece, a partir de la primera ley de la termodinámica, que la energía que entra en nuestro cuerpo menos la que sale es igual a la que se almacena en forma de grasa.
Este enunciado es cierto pero no explica el proceso de acumulación de la grasa. La primera ley de la termodinámica es una verdad universal, que siempre se cumple, pero que nada tiene que ver con los procesos metabólicos de acumulación de la grasa.
Algunas de las interpretaciones erróneas que surjen de la ecuación del balance energético son:
- Establece una relación de causalidad entre el balance positivo de calorías y la acumulación de grasa. Esto es un error de base. El superávit es la consecuencia, no la causa. No existe una relación de causa entre el superávit calórico y la acumulación de grasa.
- Considera que todas las calorías son iguales. Un superávit de 100 calorías de fruta es igual que uno de 100 calorías de bollería industrial. ¿Alguien piensa que nuestro cuerpo va a tratar del mismo modo ambos superávits? ¿Alguien cree que nuestro cuerpo va a acumular la misma cantidad de grasa?
- Promueve el falso mito "si quieres adelgazar, come menos y muévete más", como si nosotros tuviésemos poder de decisión sobre las calorías que salen y se quedan en nuestro cuerpo. Es verdad que con el ejercicio físico podemos "quemar" algunas calorías adicionales, pero es un porcentaje mínimo respecto el gasto calórico total de nuestro cuerpo, entorno a un 15%, salvo que seas un atleta.
En la realidad, los factores que intervienen en la acumulación de la grasa son muy diversos, y no se explican con una simple ecuación. Lo que sí sabemos es que el metabolismo y las hormonas tienen un papel decisivo.
Por ello, deja de prestar atención a teorías erróneas y empieza a preocuparte de lo que verdad importa. Adopta un estilo de vida saludable que te ayude a regular tu metabolismo y equilibrar las hormonas.
Tu salud te lo agradecerá!
