No podemos negarlo, la mente juega un papel fundamental en el estado de nuestra salud. Y es por eso que cada vez somos más conscientes de que una vida saludable no implica solo ejercicios y alimentación, sino el poder controlar el estrés, respirar antes de reaccionar y mantener nuestro pensamiento enfocado.
Y en este proceso, es cuando la meditación entra en el juego.
Seguramente, al pensar en meditar, se nos viene a la mente una imagen de una persona sentada en posición de loto, un templo lejano o un monje rodado de naturaleza. Pocas veces ubicamos la meditación en nuestro día a día, rodeados de tráfico, tareas pendientes y preocupaciones. Pero es justamente en nuestro ajetreado esquema que esta técnica puede traernos incontables beneficios.
Meditar, como concepto, se refiere a varias técnicas de entrenamiento emocional y atencional que tiene distintos fines. Entre ellos encontramos el buscar el bienestar y el equilibrio emocional. Los estudios hablan de posibles funciones reguladoras de la meditación en los procesos de atención y emoción que tendrían un impacto a largo plazo en el cerebro y el comportamiento.
Y justamente el impacto positivo a largo plazo es lo que buscamos con esta técnica. Estos son algunos de los principales beneficios de la meditación respaldados por la ciencia:
Reducción del estrés
Los últimos estudios neurocientíficos han puesto de manifiesto los cambios que la meditación produce en el cerebro y sus efectos positivos sobre el estrés. Como anécdota curiosa el monje budista Matthieu Ricard fue considerado en 2004 el hombre más feliz del planeta tras los resultados obtenidos en un estudio de la Universidad de Wisconsin (EEUU).
Lamentablemente, nuestro estilo de vida occidental está ligado a grandes dosis de estrés diario, poniendo nuestro cuerpo en continua pelea con nuestro entorno. Al meditar enfocas la atención y eliminas el enjambre de pensamientos que te ataca a todo momento, esa sobrecarga de información que termina causando justamente lo que conocemos como estrés.
Las técnicas de meditación te pueden dar sensación de calma, paz y balance que puede ser beneficiosa tanto para tu bienestar emocional y también para tu cuerpo. El meditar nos ayuda a poner en perspectiva las situaciones que nos parecen estresantes, reduce las emociones negativas, nos enfoca en el presente y nos ayuda a aumentar la tolerancia.
Meditación y enfermedad
Hay muchas otras investigaciones sobre los beneficios de la meditación que indican que la meditación puede ayudar -no curar- a los que sufren de ansiedad, asma, cáncer, dolor crónico, problemas de sueño y presión arterial alta. Si bien todavía no es posible sacar conclusiones absolutas.
Depresión
En la publicación de salud de Hardvard nos comentan que si bien la meditación como práctica tiene miles de años en el mundo, la investigación sobre los efectos positivos de la misma son recientes. Y en una revisión de investigación publicada en el publicada en JAMA Internal Medicine, encontraron que también puede tener efectos positivos en procesos tan complejos como la depresión.
Se cree que la meditación funciona a través de sus efecto en el sistema nervioso simpático, lo que ayuda a controlar la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial en momentos de estrés, y «también puede ayudarte a mejorar tu creatividad, tu intuición y la conexión con tu yo interior», señala la publicación.
Ahora, seguramente te preguntarás ¿cómo llegar a ese estado de calma y poder aplicar estas técnica en tu -complicada- agenda? Si bien la meditación no implica el esfuerzo que harías en un gimnasio, es un proceso que debes ir cultivando y entrenando. Y sí, requiere que pongas de tu parte para lograrlo.
En otras entregas te daremos algunas guías para que puedas utilizar las técnicas de meditación en tu día a día.
Seguramente, ¡tu salud te lo agradecerá!
Foto Benjamin Balazs de Pixabay
