Las estatinas son el segundo medicamento más prescrito en el mundo por los médicos, después de los narcóticos. Su uso, la reducción del colesterol para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Durante muchos años, el marketing de la industria farmacéutica se ha encargado de difundir y hacernos creer que el colesterol provoca enfermedades cardiovasculares. La razón, el negocio multimillonario de las estatinas. Solo en España, en los últimos 10 años la prescripción de estatinas ha crecido un 442%.
Sin embargo, la comunidad científica no avala esta afirmación y gran parte de sus estudios concluyen todo lo contrario, que no existe una relación de causalidad entre el colesterol y el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Es decir, aunque es verdad que las estatinas reducen el colesterol, no existe evidencia científica que avale la relación entre el uso de estatinas y la reducción de personas que enferman o mueren por enfermedades cardiovasculares.
Sin olvidar además los efectos secundarios adversos que las estatinas pueden llegar a provocar en las personas que las toman: insuficiencia renal, diabetes, disfunción sexual,...
Por todo ello, el mensaje final no es olvídate para siempre de las estatinas, sino que estés alerta ante las afirmaciones engañosas y medias verdades que difunde la industria farmacéutica, seas mucho más crítico y cauteloso, y no te precipites a la hora de tomar cualquier medicamento que te prescriban.
¡Tu salud te lo agradecerá!
