El café es una bebida elaborada con unas semillas (lo que se conoce como granos de café) que se extraen de las bayas de la planta de café.
Las bayas adquieren un color rojizo cuando maduran y en el interior de cada una se encuentran dos granos de café de color verde.
La pulpa se descarta y se extraen los granos que al tostarlos adquieren el color oscuro que conocemos.
MÁS QUE CAFÉ. UNA FUENTE DE ANTIOXIDANTES
Gran parte de las propiedades de esta bebida se deben a los antioxidantes que posee el grano de café.
Los antioxidantes son responsables de combatir los radicales libres y ayudan a reducir la inflamación, el envejecimiento y otros trastornos para la salud.
Una sola taza de café contiene:
- Riboflavina (vitamina B2): 11% de la ingesta diaria de referencia (IDR).
- Ácido pantoténico (vitamina B5): 6% de la IDR.
- Manganeso y potasio: 3% de la IDR.
- Magnesio y niacina (vitamina B3): 2% de la IDR.
Un par de tazas de café reúnen más antioxidantes que un vaso de la mayoría de zumos comerciales.
Incluso podríamos decir, que para las personas que siguen una dieta occidental a base de ultraprocesados, el café puede ser uno de los aspectos más saludables de su alimentación.
BENEFICIOS DEL CAFÉ
El café mejora el rendimiento físico.
Todos sabemos que la cafeína tiene la capacidad de activar tu cuerpo y darte un extra de energía.
En el entrenamiento, esta activación permite posponer la fatiga y por lo tanto rendir un poco mejor.
Podrás aprovechar estos beneficios tomando uno o dos expresos 30-60 minutos antes del entrenamiento.
El café puede ayudar a quemar la grasa.
El café facilita la movilización de la grasa y eso permite que se pueda usar más fácilmente como sustrato energético.
Esto no quiere decir que solo con el café vayas a perder grasa, pero combinado con el ejercicio adecuado te pondrá las cosas más fáciles.
El café se relaciona con la longevidad.
Los estudios concluyen que el riesgo general de muerte prematura es menor en los bebedores de café.
También hay evidencia de que el café reduce el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en los hombres y el cáncer de endometrio en las mujeres.
Y parece prevenir el desarrollo de carcinomas en el cáncer de piel.
El café protege tu cerebro.
Los niveles altos de cafeína en la sangre reducen el riesgo de enfermedad de Alzheimer, Parkinson y demencia.
La enfermedad de Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más común y la principal causa de demencia en todo el mundo.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, justo detrás del Alzheimer. Es causada por la muerte de neuronas generadoras de dopamina en el cerebro.
El café protege tu cuerpo.
El café contiene una gran cantidad de antioxidantes que actúan como pequeños guerreros que luchan contra los radicales libres.
Además, protege el hígado de enfermedades como la hepatitis y la enfermedad del hígado graso y la cirrosis.
El café puede reducir el riesgo de diabetes tipo II.
La diabetes tipo 2 es un problema de salud importante que afecta actualmente a millones de personas en todo el mundo.
Se caracteriza por niveles elevados de azúcar en sangre causados por la resistencia a la insulina o una capacidad reducida para secretar insulina.
La cafeína mejora la sensibilidad a la insulina y la tolerancia a la glucosa, reduciendo el riesgo de esta enfermedad.
El café mejora el estado de ánimo, ayuda a combatir la depresión y reduce el riesgo de suicidio.
La cafeína estimula el sistema nervioso central y aumenta la producción de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, que elevan el estado de ánimo.
¿CUÁNTO CAFÉ Y CÓMO TOMARLO?
Los estudios parecen estar de acuerdo en que la dosis recomendable de café se sitúa entre tres a cinco tazas al día con una ingesta máxima de 400 miligramos de cafeína.
El contenido de cafeína dependerá del tipo de café.
El espresso presenta la mayor concentración de cafeína por su poca cantidad de agua con alrededor de 70 miligramos.
Una taza grande de café puede llegar a tener hasta 200 mg de cafeína aunque esté menos concentrado.
El café descafeinado también suele tener algo de cafeína, aunque no es apreciable (en torno a 8 miligramos).
En cuanto a la elaboración del café, encontrarás una gran diversidad de formas de prepararlos.
No hay consenso en si existe alguna preparación mejor que otra en cuanto a la salud, excepto en relación al café instantáneo cuyos beneficios tienen evidencia más débil.
Por lo tanto, lo mejor es comprobar que la calidad del café sea buena.
Elige cafés de tueste natural y evita los torrefactos. Éstos últimos se tuestan con azúcar. Puedes comprobarlo en el etiquetado del café.
Prueba diferentes cafés y experimenta con las formas de preparación. Elige la que más te guste y más cómoda te resulte. Estas son las formas más comunes de hacer café.
- Café turco. Los posos no se filtran sino que se sirve el café por decantación. Es un estilo común en los países del este de Europa y Medio Oriente.
- Cafeteras de goteo. Se emplea un filtro de papel o tela para filtrar el agua que cae por efecto de la gravedad a través del café.
- Cafetera o prensa francesa. El café y el agua permanecen en contacto. Los posos se separan mediante un filtro interno en el recipiente. Sirve también para preparar tés e infusiones.
- Cafetera moka o italiana. La clásica cafetera que lleva el agua a presión a través del café y el filtro desde el depósito inferior hasta el superior.
- Cafeteras express y de cápsulas. Llevan el agua a gran presión por el café y filtro hasta la taza.
CAFÉS CON ESTILO PROPIO
Lo que agregues al café puede marcar la diferencia tanto en lo saludable como en el sabor de esta bebida.
En lugar de azúcar, puedes probar algunas de las siguientes opciones:
- Grasas para darle mayor energía como mantequilla, aceite de coco o manteca de cacao.
- Especias suaves como canela, vainilla o cacao en polvo.
- Especias intensas como cayena, cúrcuma, clavo, cardamomo o jengibre.
- ¿Un huevo? Así es como lo hacen muchos escandinavos.
Además, si quieres disfrutar de un café con más consistencia puedes añadirle un cacito de Elixir, una combinación de colágeno y TCM (triglicéridos de cadena media). Y en el caso de que necesites aportar más proteína a tu dieta puedes prepararte un «proffee», un café con proteína, con Panacea.
EN RESUMEN
¿Entonces es beneficioso beber café?
Todo indica que sí. Tanto por las propiedades de la cafeína como por su gran cantidad de antioxidantes.
Para la mayoría de las personas, el café puede ser una parte saludable de su alimentación hasta 5 tazas al día.
Sin embargo, las personas más sensibles a la cafeína y las mujeres embarazadas deben optar por tomar menos cantidad o por el descafeinado. Tampoco es recomendable tomar café muy tarde en el día para evitar que pueda impactar en la calidad de nuestro sueño.
Por lo demás, evita el café torrefacto e intenta probar diferentes variedades de café y formas de prepararlo para quedarte con la que más te guste. ¡Tu salud te lo agradecerá!