Uno de los mitos más extendidos cuando se habla de la dieta paleo o dieta evolutiva es que la esperanza de vida del ser humano del paleolítico era baja, cercana a los 20 años, y que aumentó progresivamente gracias a la revolución agrícola y posterior desarrollo de la civilización. Lo que lleva a afirmar que el ser humano en el paleolítico moría joven. Nada más lejos de la realidad.
En primer lugar, la esperanza de vida es la media de la cantidad de años que vive una población en un determinado periodo, es decir, el promedio de edad de las personas fallecidas. La esperanza de vida no mide la edad máxima a la que llega la población más longeva, sino la edad media a la que muere.
En el paleolítico la tasa de mortalidad infantil era muy elevada, entre un 30% y un 40% antes de los 15 años. Una vez superada esta edad, la esperanza de vida se incrementaba con los años. Algunos estudios indican que la edad más probable de fallecimiento en el paleolítico eran 72 años.
Por otro lado, hablando en términos estrictos de esperanza de vida, desde el inicio de la revolución agrícola hasta el siglo XVIII la esperanza de vida de la población mundial es menor que en el paleolítico, debido fundamentalmente a la altísima tasa de mortalidad juvenil. Como dato significativo, la esperanza de vida en España en 1900 eran 35 años.
Ahora que ya sabemos que en el paleolítico no morían jóvenes, y por suerte para nosotros en la actualidad tampoco, lo importante es que nos preocupemos de nuestra salud para disfrutar de una vejez activa y saludable.
Imagen familia: Wikipedia