¿Conoces la dieta cetogénica y sus beneficios?

Dieta cetogénica: beneficios, origen y consideraciones

De dietas y protocolos de alimentación se habla continuamente -tanto en las redes, en páginas de Internet así como en el mundo "real"- y por supuesto que más de uno habrá escuchado la palabra cetogénica en estas conversaciones. La dieta ceto es sin duda un tema de discusión para muchos.

Pero, ¿sabes realmente a qué se refiere? En este artículo te lo contamos.

La dieta cetogénica, también conocida como ceto o keto -por su nombre en inglés- es una dieta muy baja en carbohidratos donde se prioriza el consumo de grasas saludables y proteínas.

Este tipo de alimentación ha sido usado en otras ocasiones en distintas dietas, con diferentes nombres y sobre todo, con distintos usos de los nutrientes -como fueron las populares dietas Atkins y The Zone en EEUU o la dieta Dunkan o "proteinada" en Europa-. Pero en el caso de la dieta ceto lo que se busca es justamente un estado específico de utilización de nutrientes por nuestro cuerpo, que se produce al ingerir los alimentos en cantidades más planificadas.

ingredientes dieta ceto

Este estado se llama cetosis. WebMD nos explica que cuando se consumen menos de 50 gramos de carbohidratos al día, el cuerpo eventualmente queda sin el combustible que acostumbra a usar rápidamente -el azúcar en la sangre-. Este vaciado de nutrientes, que tardará unos tres o cuatro días, hace que el cuerpo entre en un estado llamado cetosis, donde se sigue usando la grasa almacenada, lo que resulta en una acumulación de cetonas. Estas cetonas pasan a ser el combustible de nuestro cuerpo.

Algunos beneficios

Una de las grandes ventajas por las que las personas se acercan a este tipo de alimentación es por su promesa de una pérdida de peso relativamente rápida. Cuando el cuerpo entra en el proceso de cetosis, hay un leve efecto diurético al principio de la dieta. Medicalexpress.com explica que a los días de empezar una dieta cetogénica, la persona puede perder una cantidad considerable de peso por la reducción de carbohidratos.

Cuando se limitan las cantidades de carbohidratos, el glucógeno que se almacena en los músculos se reduce. Como este compuesto es responsable de retener agua, al caer nos niveles de glucógeno baja el nivel de líquido. Por lo que la persona que está iniciándose en la dieta ceto ve un "bajón" en los números en la balanza. Pero en realidad esto no es pérdida de grasa, sino peso en agua.

Otro factor, que quizás puede considerarse como el más interesante cuando hablamos de adhesión a protocolos de alimentación, es que la dieta cetogénica produce grandes niveles de saciedad. Esto hace que una vez pasado el estado inicial de pérdida de peso en agua y el cuerpo utilice las grasas como energía, se vea un cambio real en la composición corporal.

Y más allá de los efectos visibles, la dieta ceto puede ayudar a mejorar la vida de personas que sufren distintas condiciones de salud, como diabetes 2 -por el control de consumo de carbohidratos simples-, epilepsia y síndrome de ovario poliquístico por el control de insulina en la dieta.

Origen de la dieta cetogénica

Las dietas bajas en carbohidratos han estado rondando la historia alimentaria desde siempre, y muchas veces el origen del uso de las mismas tenía un fin médico más que estético.

La publicación Diet Doc comenta que a principios del 1900 los doctores usaban este tipo de alimentación para controlar los ataques en personas con epilepsia. La dieta basada en el consumo de grasas y proteínas sobre carbohidratos, llevando al cuerpo a utilizar cetonas en vez de glucosa, probaba tener resultados favorables en el tratamiento de la enfermedad tanto en niños como adultos.

En la publicación refieren a un estudio del 2008, conducido por el Great Ormond Street Hospital en Inglaterra, donde la dieta ceto redujo los ataques epilépticos en un 40% en los niños que participaron en la prueba. Aquellos que no presentaron mejora en los ataques, igual reportaron aumento en el estado de alerta, conciencia y capacidad de respuesta.

Se adjudica la creación de esta dieta al Dr. Russell Wilder de la Clínica Mayo en 1923. Una dieta donde se correspondía cuatro partes de grasa por cada parte de proteína y carbohidratos siendo la dieta cetogénica original una proporción de 90% grasa, 6% proteína y 4% carbohidratos.

russell wilder

Actualmente las proporciones de macronutrienes se han modificado en las dietas cetogénicas, cuidando sobre todo que el consumo de carbohidratos se encuentre entre el 5% y un máximo de 20% al día. Si bien estos niveles pueden ser difíciles de obtener a simple vista, el consumo de grasas saludables y proteínas estimulan la saciedad de las personas que se adhieren a esta alimentación, lo que puede reducir la ansiedad producida por cualquier tipo de "dieta".

Pero por eso varios expertos señalan que la realización de un buen plan de alimentación ceto es esencial para poder realizar la dieta con éxito. Medical News Today comenta que en una comida ceto, el llegar a 50 gr de carbohidratos al día representa 30 gr netos -que sería el cálculo del total de carbohidratos menos la fibra-.

Este compuesto, presente en plantas, es de vital importancia tanto en la dieta ceto como en cualquier tipo de alimentación, ya que promueve la función digestiva y evita el estreñimiento. Pero como ya mencionamos, la mayor parte de los nutrientes vendrán de las grasas saludables seguidas por las proteínas.

Otras consideraciones

Si bien todo suena maravilloso cuando hablamos de una dieta que además de ayudarte a alcanzar el peso ideal, promueve la mejora de la condición de salud en ciertos padecimientos, hay algunas consideraciones que hay que tomar en cuenta:

  • Se tiene que preparar bien. Para poder entrar en cetosis se tiene que cuidar detalladamente el consumo de carbohidratos, por lo que esta dieta se distingue frente a otras dietas bajas en carbohidratos. Y para esto, debes tener los alimentos correctos en tu cocina. Y hay que recordar que el consumo de los nutrientes tiene que ser de calidad.
  • Puedes experimentar una KetoFlu o Gripe Keto. Esto es una serie de síntomas que pueden ocurrir al empezar una dieta cetogénica, que pueden ir desde falta de energía, mareos, dolor de cabeza y, hasta náuseas y vómitos. Estos síntomas son pasajeros y son el resultado del inicial desbalance de nutrientes al reducir drásticamente el consumo de carbohidratos.
  • Malestares estomacales. Health.com comenta que algunas personas manifiestan haber sufrido de diarrea, producida por el consumo de grasas en la alimentación cetogénica. Esto debido a que la vesícula, que ayuda a la metabolización de las grasas, puede verse "congestionada" por el consumo excesivo de grasas. También la falta de fibra puede colaborar a producir malestar estomacales, así como la intolerancia a productos lácteos o el uso de endulzantes artificiales. Otras personas reportan sufrir de estreñimiento por el poco consumo de fibra. Por eso es tan importante la planificación adecuada de nutrientes.
  • La dieta cetogénica puede ser peligrosa para las personas con enfermedad renal, ya que estas tienen que seguir una dieta individualizada y siempre supervisada por un profesional médico. Según Everydayhealth, las personas con enfermedad renal a menudo necesitan consumir una dieta baja en proteínas, que puede no coincidir con el tipo de ceto que está siguiendo.
  • Si bien puede ayudar a ciertas personas con problema de diabetes -sobre todo quienes sufren tipo 2- si sufres de diabetes tipo 1, quizás una dieta ceto no sea para ti. Esto debido a que la cetosis puede desencadenar en cetoaetoacidosis. Esto ocurre cuando el cuerpo almacena demasiadas cetonas y la sangre se vuelve demasiado ácida, lo que puede dañar el hígado, los riñones y el cerebro. Por eso las publicaciones Health.com y Everydayhealth recalcan que es importante medir los riesgos frente a los beneficios de este tipo de alimentación.

Por supuesto, nuestra recomendación es siempre consultar con un profesional de la salud antes de empezar un programa de alimentación. Asegurarse que tu cuerpo está preparado para afrontar retos hará que la posibilidad de alcanzar tus metas sea mucho mayor, y por supuesto más segura.

¡Tu salud te lo agradecerá!

Foto: Zuzyusa de Pixabay

 

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